En el presente escrito, no me referiré de manera independiente a las bases sociológicas, luego a las pedagógicas y para terminar a las tecnológicas porque tras cada lectura, he logrado identificar que las tres van muy de la mano y sin una no subsiste la otra, todas y cada una guardan una estrecha relación, eso me ha permitido entender cómo es posible que las organizaciones y el sistema educativo las tengan como base para lograr existir y provocar un impacto en cada uno de sus contextos; sin embargo, mis opiniones y análisis se centrarán en lo educativo, lo cual hace parte de mi entorno y fue el contexto en el que un día decidí desempeñarme profesionalmente. Tampoco pretendo dar definiciones de los conceptos, porque considero que hemos logrado mediante cada puesta presencial y asincrónica, dar claridad a los mismos y así poder enlazarlos en el contexto de las CdP.
¿Qué caracteriza y qué bases sociológicas, pedagógicas y tecnológicas pueden conformar, una CdP?
Antes de pensar en general (comunidad), planteo la posibilidad de pensar en particular (usted o quizás yo). Para iniciar, muchos se preguntarán,
¿Cómo y para qué pertenecer a una CdP?
Pienso que vale la pena reflexionar al respecto unos minutos, luego trasladarnos a pensar en quienes somos (o seremos) y qué queremos, cuáles han sido y son aquellas cosas que nos inquietan y motivan. Al haber hecho el ejercicio, vienen a mi mente imágenes de mis participaciones como ser social, quizá todos, alguna vez habremos experimentado una sensación incómoda al estar en donde no queremos o no poder aportar como quisiéramos. Tal vez al pensar al respecto, podríamos aproximarnos a encontrar nuestra identidad, diría yo, el tiquete de entrada (que también podría convertirse en el de salida, en caso de que ya no nos “identificamos” con la comunidad a la que pertenecemos) en una CdP hallando así un sentido a la idea de hacer parte de, a su vez, considerando un significado del compromiso que se adquiere con otros, ser un nodo activo en la misma.
Sin lugar a dudas, por naturaleza humana existe la tendencia de agruparnos (desde épocas milenarias, así que las CdP no vienen con la tecnología como se pensaría) con diversos propósitos, mejor, dadas aquellas necesidades (¿o problemas?) que vamos encontrando y que, tal vez solos sería difícil suplirlas (o solucionarlas). Muchas veces hemos llegado a ser parte de grupos (grandes o pequeños), comunidades o redes (no siempre de manera consciente) sin importar las distancias ni el tiempo, en nuestra sociedad actual, éstos ya no son obstáculos; así que aquellos propósitos que en la individualidad se alejan, en la colectividad (y conectividad) se hace posible desarrollarlos gracias a esos lazos débiles que un día se convertirán en fuertes, esos que establecemos a partir de nuestras interacciones, en que la confianza ha jugado un papel importante tras nuestras motivaciones, esos lazos de los que nos habla Granovetter en su documento “The stregth of weak ties, a network theory revisited” escrito hace casi tres décadas atrás (en donde la tecnología de ese tiempo no se compara con la de hoy) y donde resultó ser una excelente proyección para lo que hoy vivimos en el contexto social y su relación con el tecnológico.
Así, las Comunidades de Práctica (CdP) (sin destacar una única definición, comparto las de algunos autores, como Nancy White, Wenger, Galvis y Leal ) en donde el común denominador es que todos aprenden de todos, en donde juntos aprendemos a hacer mejor lo que hacemos, donde nadie es experto (sin embargo, si podemos acudir a ellos) y han venido cobrando relevancia en diferentes contextos en donde se desee compartir, entender, preguntar, proponer ideas, interactuar, cambiar, identificar, construir, etc., con otros a partir de “algo” que nos convoca (dominio) espontáneamente en comunidad, trasladándonos a la práctica.
Estos tres elementos: Dominio – Comunidad – Práctica hacen que los participantes (nucleares, activos, periféricos o en el rol de expertos) interactúen mediante diálogos sincrónicos o asincrónicos estableciendo un ritmo en la comunidad a la que pertenecen, eso por un lado, y por otro, dando lugar a la generación de puentes a partir de los lazos débiles, esto resulta para mi muy interesante, (¿para usted?) dado que es lo que encuentro en contextos sociales actuales, resulta como un tema emergente y más aún en el contexto educativo donde han existido y existirán paradigmas que nos hagan reflexionar (y atrevernos) acerca de cómo proponer en el escenario nuevas formas de aprender, compartir conocimiento, interactuar, innovar y mejorar nuestras prácticas tanto sociales como pedagógicas.
Al referirme al contexto laboral (Educación) del que hago parte, encuentro coherencia (también urgencia) al conectar lo pedagógico con lo tecnológico, y por supuesto, lo sociológico. Lo puedo evidenciar en la red interactiva de la que decidí ser miembro hace algunas semanas. Al menos en Colombia, una parte importante de la población tiene acceso a la tecnología (en su casa, oficina, establecimiento educativo, lugar de trabajo, bibliotecas, por nombrar algunos) por tanto, los acercamientos a lo que tiene que ver con temas económicos, políticos, culturales, educativos, están cada vez más al alcance de todos, de esta forma, podríamos hablar de la existencia de una sociedad de la Información y con ella, del conocimiento dando así un nuevo sentido e interpretación en los contextos que involucran las CdP.
Aprender, también cobra un nuevo significado, como lo expresé en mi blog (Post: Learning to learn. Febrero 15 de 2011. En: http://qumica-tics.blogspot.com ) personalmente, éste me ha permitido avanzar en las conexiones que establezco a través de lo que leo, vivo y comparto con otros, el revisar mis discursos y re-pensarme como docente y estudiante; pero sobre todo me ha hecho ver que he estado vinculada al conectivismo, como lo expone Karen Stephenson es aplausible "Reunir conocimiento reuniendo gente" así no se habla de una revolución tecnológica sino sociológica y considero que me incluyo en su reflexión y me adhiero a Siemens y Dawnes, cuando proponen una manera diferente de entender que es aprender, el reconocer el valor de lo que significa estar conectado y en donde hemos venido desarrollando habilidades como saber qué y donde buscar.
El conocimiento resulta ser exponencial, no caduca, hoy hay mucha pruebas de ello, he preguntado a jóvenes y niños de hoy, de qué manera aprenden y si disfrutan haciéndolo, a la vez, les he contado como fue mi experiencia, la de mis hermanos, padres y abuelos (a propósito, ¿cómo fue o ha sido la suya?), si bien para ellos fue una “historia divertida y se sorprenden” no hubieran querido vivirlo, eso suelen afirmar, donde para ellos el aprendizaje informal, hace parte importante de como adquieren conocimientos de diferentes tipos, no los estrictamente académicos. Jay Cross nos hace ver lo anterior y su importancia en la sociedad actual. Así también lo describe Jesús Vargas (compañero de la maestría), respecto a las CdP en su post al afirmar que:
“Las comunidades de práctica y aprendizaje son un espacio interesante para el aprendizaje informal donde la cognición situada juega un papel importante. El estar involucrado en una comunidad ya conlleva en principio una intención de contribuir a la generación u obtención de conocimiento al interior de esta”.
Del mismo modo, ese Conocimiento Situado del que nos habla Díaz Barriga me hace pensar e que la cultura a la que pertenezco y mis experiencias conllevan a que produzca conocimientos significativos en un contexto determinado, que redundarán y se harán visibles en espacios y personas con que los comparta.
De otro lado, resulta conveniente considerar el uso de las TIC como apoyo a los procesos de aprendizaje, resulta claro que igual sin ellas también hubo aprendizajes significativos, que alguna vez fueron tácitos y pasaron a ser explícitos, lo que ha permitido que el tema de las TIC se incorporen en nuestras prácticas pedagógicas y así, espacio y tiempo que fueron barreras hoy no lo sean.
Destaco la lectura que hace al respecto Guillermo Rodríguez (compañero de maestría) en su post (http://guillermorodriguezrestrepo.blogspot.com/. Febrero 26 de 2011) respecto al tema de las herramientas tecnológicas a partir del documento titulado: “Technology for communities” escrito por Wenger, White, Smith y Rowe seis años atrás.
Esa construcción de conocimiento de la cual se ha hablado, investigado y propuesto en innumerables ocasiones, hace que emerjan nuevas formas de ver, sentir y vivir la educación. Como podemos ver, el hablar de cómo y para que se conforman CdP nos debe llevar a no uno sino varios (tal vez infinitos) cuestionamientos a partir de nuestros intereses, propósitos, objetivos, experiencias…
A decir verdad, conformar una CdP posibilita nuevos espacios, gracias a esos aprendizajes que se generen dentro y fuera de la misma, transforman nuestras prácticas y a su vez nos transforman a nosotros mismos, como entes sociales, como profesionales. Lo que se hace interesante es contemplar cómo cada concepto cobra vida en una CdP y que existe un gran compromiso al generarla y pertenecer a ella, apareciendo de nuevo ese concepto de Identidad al que Etienne Wenger considera como el concepto del siglo XXI, en la videoconferencia que brindó el dia de ayer en la mañana ( en www.redticcolombia.com ) destaca varias reflexiones para maestros y estudiantes, el valor que representa una CdP para los participantes y en donde la participación se va volviendo parte de nuestra cotidianidad, allí también se refleja compromiso, que al tiempo guarda cierta relación con el ritmo que en ella se de en cada una de sus etapas, de principio a fin.
Son sin duda las CdP, espacios donde la generación de conocimiento se evidencia y cobra vida. Hoy me leo como nodo con identidad y percibo que la educación siempre ha sido en redes, desde que ha existido, así que si soy un nodo y probablemente usted otro…
Por: Ivonne Marcela Chipatecua
Comunidades de Práctica y Aprendizaje
Maestría en Educación
Universidad de los Andes
Referencias Bibliográficas:
- Díaz Barriga, F. (2003) Cognición situada y estrategias para el aprendizaje significativo. Revista Electrónica de Investigación Educativa. 5 (2)
- Galvis, A., Leal, D. (2005) Criterios de evaluación de herramientas de apoyo a comunidades virtuales.
- Granovetter, M. (1983) The Strength of Weak Ties: A Network Theory Revisited. Sociological Theory, V 1, p 201-233
- Siemens, G. (2005) Connectivism: A Learning Theory for the Digital Age extraído el 06 de marzo de 2011 de www.elearnspace.org/Articles/connectivism.htm
- Wenger, E. (1998) Communities of Practice: Learning, Meaning and Identity. Cambridge University Press.
- Wenger, E., White, N., Smith, J., Rowe, K. (2005) Technology for communities en http://technologyforcommunities.com/CEFRIO Book Chapter v 5.2.pdf
- Wenger, E., McDermontt, R., Snyder, W. (2002) Cultivating Communities of Practice. Harvard Business School Press.
- Cross, J. (2003) Informal Learning, the other 80% extraído el 06 de marzo de 2011 de http://www.internettime.com/Learning/The%20Other%2080%25.htm